jueves, 22 de mayo de 2014

Salteado de pollo, calabacín y tomates cherrys

Hace unas semanas compré tomates cherrys de distintas variedades. Los había amarillos, rojos, verde e incluso naranja. Cuando los vi en la frutería, me llamaron tanto la atención que no pude resistirme. Después de un par de días comiéndolos en ensaladas, se me ocurrió cocinarlos de otra manera. Miré lo que tenía en mi frigorífico: calabacín, pechuga de pollo, unas hojas de albahaca fresca y voilá, salió un plato que me gustó tanto que he decidido compartirlo con vosotros. Espero que también sea de vuestro agrado!


Ingredientes (4 personas):
  • 2 calabacines
  • 1 cebolla
  • 1 pimiento verde
  • 300 gramos de tomates cherry
  • 1 pechuga de pollo entera (sin filetear)
  • 2 o 3 hojas de albahaca fresca
  • 1 cucharadita de azúcar
  • Sal
  • Aceite de oliva virgen extra


Elaboración:
  • Picamos la cebolla y el pimiento verde y lo ponemos a pochar en una sartén con un poquito de aceite. Añadimos un poco de sal.
  • Mientras la cebolla y el pimiento verde se están haciendo (a fuego medio-bajo), lavamos bien el calabacín (yo en este caso lo dejé con la piel, pero si preferís, podéis pelarlo), lo picamos en daditos pequeños y lo añadimos al resto de verduras. Echamos un poco de sal, dejamos que se vaya cocinando bien y de vez en cuando removemos. 
  • Lavamos los tomates, los partimos en 4 trozos cada uno y cuando vemos que las verduras están blanditas, los echamos en la sartén (yo no los pelo, pero eso es a gusto de cada uno). Echamos una pizca de sal, 1 cucharadita de azúcar y las hojas de albahaca muy picaditas. Dejamos aproximadamente 20 minutos a fuego lento que se vaya cocinando.

  • Por otro lado, salteamos el pollo cortado en dados en otra sartén (lo habremos salado previamente). Y una vez hecho, mezclamos con nuestras verduras. 

Como podéis ver, es un plato muy sencillo y muy sabroso. Podéis poner otras verduras (puerro, berenjena...) o incluso lo podéis acompañar con un poco de pasta, y aunque yo lo hice en el momento de comer, creo que es un plato totalmente adecuado para llevarnos en tupper a la ofi.


Espero que os haya gustado y cualquier cosilla, podéis dejarme un comentario.

Hasta pronto!

Rachel

jueves, 15 de mayo de 2014

Tortilla de calabacín

Cuando era pequeña, mi hermana Sara escribió una redacción sobre mí en el cole. Una de las cosas que puso para describirme fue algo así: "mi hermana Raquel es alta, tiene los ojos verdes y su comida favorita es la tortilla de patata"... Sí, así es, me encanta. Podría comerla a todas horas. Cuando salgo de viaje y compramos un bocadillo para comer, el mío siempre es de tortilla de patatas. Cuando comíamos en la cafetería del colegio mayor (en Javi's bar), solía pedirme un pincho de tortilla. Cuando volví de Italia, el primer sitio de España donde paramos, lo mismo: bocata de tortilla... Y así, podría enumerar muchas ocasiones... Soy así de previsible, nunca falla!
Os preguntaréis que por qué os cuento esto, si la receta de hoy es Tortilla de Calabacín. Pues muy sencillo... Un día, en mitad de esos momentos de mi vida en los que estaba haciendo dieta, se me ocurrió sustituir la patata por el calabacín (es una tortura cuando empiezan a prohibirte alimentos...), y me gustó tanto el resultado que añadí esta tortilla a mi recetario habitual. Si no la habéis probado nunca, os la recomiendo, está buenísima.




Ingredientes:
  • 2 calabacines
  • 4 huevos
  • 1 cebolla
  • Sal
  • Aceite de oliva virgen extra




Elaboración:
  • Pelamos los calabacines (este paso es opcional, pues podéis dejarlos con piel) y los troceamos. Lo podéis hacer en rodajas o en trozos medianos. 
  • Picamos también la cebolla.
  • Ponemos abundante aceite en una sartén y cuando esté caliente, añadimos los calabacines y la cebolla a los que habremos echado sal.
  • Dejamos que se cocine bien a fuego medio.
  • Cuando esté blandito el calabacín, lo sacamos. Yo tengo la costumbre de colar el aceite, para que no quede muy aceitoso.
  • En un bol, batimos los huevos. Antes de batirlos, ponemos un poco de sal en cada yema (de esta forma me aseguro que me quede en su punto, o por lo menos como a mí me gusta). Añadimos el calabacín con la cebolla y a continuación nos disponemos a cuajar la tortilla.

  • Para ello, ponemos muy poquito aceite en una sartén que tengáis reservadas para tortillas. Cuando esté caliente añadimos los huevos con el calabacín. Yo suelo bajar el fuego un poquito, para que no se me queme desde el principio. Y cuando veo que va cuajándose, le doy la vuelta con un plato o con un "vuelca tortillas" (que para mí es el mejor invento del mundo). Y los más hábiles, podéis darle la vuelta sin ayuda, jeje!!!
  • Después dejáis que se haga como más os guste (con el huevo más o menos hecho depende de como prefiráis vosotros). Yo suelo pincharla con un tenedor antes de sacarla, para ver cómo está.

Espero que os haya gustado y os animéis a probarla.

Hasta pronto!!

Rachel

domingo, 11 de mayo de 2014

Alitas de pollo al limón

Que el pollo me encanta en todas sus versiones no es ningún secreto. Bueno, en casi todas, porque comérmelo a la plancha sin más... como que no!!! Digamos que le he cogido un poco de manía a su versión más light por culpa de las dietas. 
Esta forma de prepararlo que os traigo hoy, se lleva haciendo en mi casa toda la vida y no solo hacemos alitas, sino también muslos de pollo e incluso pechuga (que aunque es la parte más seca, a mí me encanta). 
Sin más, os dejo esta receta para chuparse los dedos!!!!!



Ingredientes (4 personas):

  • 1 kg de alitas de pollo
  • 3 limones
  • Sal
  • Pimienta negra
  • Harina
  • Aceite de oliva virgen extra




Elaboración:
  • Salpimentamos las alitas de pollo y las ponemos en un tupper o bol. 
  • Exprimimos el zumo de los limones y regamos las alitas con él. Lo ideal es que todas las alitas queden cubiertas para que se impregnen bien del sabor.
  • Dejamos reposar varias horas en la nevera. Yo lo suelo hacer el día antes porque me encanta que coja bien el sabor del limón.
  • Al día siguiente, ponemos a calentar una sartén con abundante aceite. Pasamos las alitas por harina y freímos.
  • Al principio, hay que freírlas a fuego fuerte para que se doren bien, pero antes de sacarlas bajamos un poco el fuego para que se hagan por dentro y no queden crudas.

  • Escurrimos las alitas en papel absorbente y ya están listas para comer.

  • Podéis acompañarlas con patatas fritas o con una buena ensalada.

También podéis ponerlas antes de comer como aperitivo. Os aseguro que están muy sabrosas y no os defraudarán.

Hasta pronto!!

Rachel

jueves, 1 de mayo de 2014

Ensalada de aguacate

Ahora que llega el buen tiempo, me empiezan a apetecer ensaladas y cosas más fresquitas. Y aprovechando que además empezamos con la operación bikini y a cuidarnos más, cuando mi hermana Elena me comentó esta receta que ellos hacían habitualmente en su casa, me pareció una idea muy buena para compartir con vosotros. Realmente, esto no tiene categoría ni de receta, pues solo hay que mezclar unos ingredientes y ponerles nuestro aliño favorito, pero como muchas veces no sabemos qué hacer, aquí os propongo una ensalada de aguacate que espero que os guste.



Ingredientes (2 personas):

  • 2 huevos 
  • 2 latas de atún
  • 4 lonchas de pechuga de pavo cocida
  • 1 aguacate
  • 2 tomates
  • Aceitunas sin hueso
  • Sal
  • Aceite de olive virgen extra 
  • Vinagre de módena

Elaboración:
  • Comenzamos cociendo los huevos. Yo los pongo en frío en un cazo con agua a fuego fuerte y cuando empiece a hervir, lo dejo unos 10 minutos aproximadamente.
  • Dejamos enfriar los huevos y pelamos.
  • Para partir el aguacate, la mejor forma es dar un corte a la larga llegando al hueso. Una vez que hayamos hecho el corte longitudinal, giramos la parte de arriba 90 grados y tiramos. De esta forma sale solo y el hueso queda en la otra parte del aguacate, que quitaremos pinchando con un cuchillo. Después pelamos el aguacate y ya está listo.
  • Lavamos bien y partimos el tomate (podéis pelarlo si no os gusta con piel, aunque yo no lo hago).
  • Una vez mezclado todos los ingredientes, aliñamos al gusto con sal, aceite y vinagre de módena.

Como veis, el plato es muy sencillo y además, hace poco leí las propiedades tan saludables que tiene el aguacate, cuyo nombre significa "mantequilla de la selva". Es una fruta rica en grasas sanas y exenta de grasa saturada y colesterol. Es comparable al aceite de oliva, por lo que es un alimento muy recomendable. Y es que si además de comer bien, tomamos alimentos sanos, qué más podemos pedir!!


Hasta pronto!!

Rachel