martes, 23 de diciembre de 2014

Solomillo con almendras y champiñones

Este solomillo que hoy os traigo es el plato habitual en nuestra cena de Nochebuena, o mejor dicho, en la comida de Navidad, porque cuando terminamos con todos los entrantes, ya no queda sitio para la carne... Además, es una receta a la que recurro mucho cuando tengo invitados en casa, y como veréis no requiere de ingredientes complicados ni excesivamente caros. Si queréis que sea un poco más especial, y podéis permitíroslo, comprad un buen solomillo ibérico. Y por supuesto, no olvidéis acompañarlo de una buena barra de pan, pues la salsita está espectacular.



Ingredientes (4 personas):

  • 1 solomillo de cerdo
  • 2 latas de champiñones
  • 1 cebolla
  • 1 diente de ajo
  • 1 hoja de laurel
  • 1 vaso de vino blanco
  • Un puñado de almendras tostadas con sal
  • Sal y pimienta negra (al gusto)
  • Aceite de oliva virgen extra


Elaboración:
  • Comenzamos pochando la cebolla en una sartén. Añadimos la hoja de laurel.
  • Cuando empiece a estar transparente añadimos el solomillo entero que habremos salpimentado a nuestro gusto y lo doramos por todos lados.
  • Una vez doradito, echamos el vaso de vino blanco y lo ponemos unos minutos a fuego máximo para que se evapore el alcohol
  • Añadimos las latas de champiñones (incluido el líquido que traen) y dejamos que siga cocinándose todo a fuego mínimo unos 10 o 15 minutos. 


  • Sacamos el solomillo y sobre una tabla lo cortamos en rodajas del grosor que queramos. Y ya troceado, lo añadimos de nuevo a la sartén.
  • En un mortero, machacamos el diente de ajo y las almendras (si no os gusta mucho el toque del ajo, podéis prescindir de él perfectamente).

  • Justo antes de retirar del fuego, añadimos las almendras machacadas, removemos para que se integre bien y listo para comer!!

Este plato es perfecto para comer de un día para otro, por lo que podéis prepararlo el día antes y así podéis disfrutar de la familia en lugar de tener que estar metido en la cocina el mismo día de nochebuena. 


Que os aproveche y Felices Fiestas!

Hasta pronto
Rachel

viernes, 19 de diciembre de 2014

Helado de turrón

El día 1 de enero se reúnen en casa de mi suegra prácticamente toda la familia, que son alrededor de unas 25 personas. A parte de la comida, que siempre hay para todos los gustos, ella prepara varios postres, y es que al fin y al cabo, es lo que todos están esperando! Este helado de turrón es un imprescindible el primer día del año y además de ser un bocado delicioso ya veréis qué fácil prepararlo. Y sin necesidad de heladera!



Ingredientes:

  • 1 tableta de turrón
  • 1 huevo
  • 1 brick de nata para montar









Elaboración:
  • Desmenuzamos el turrón en un bol y lo calentamos en el microondas.
  • Lo mezclamos con la nata.
  • Separamos la clara de la yema y añadimos esta última al turrón.
  • Por otro lado, montamos la clara y lo mezclamos con el resto de ingredientes con movimientos envolventes.


  • Una vez que esté todo mezclado, lo guardamos en un recipiente hermético y al congelador.


Lo ideal es dejarlo en el congelador 24 horas, así que os recomiendo prepararlo el día antes de su consumo. Ya veréis qué buen resultado con tan poquitos ingredientes.


Hasta pronto
Rachel

domingo, 14 de diciembre de 2014

Tarta de Zanahoria

La primera vez que oí hablar de la tarta de zanahoria, pensé: "¿perdona? ¿tarta de qué? ¿de zanahoria? ¿quién quiere comerse eso?", pero cuando la probé... ¡ay cuando la probé!!! vaya cosa más rica!! Obviamente, no sabe para nada a zanahoria, y esta hortaliza le aporta gran esponjosidad al bizcocho.
Pues bien, Antonio, es decir, mi marido, está obsesionado con esta tarta. La probó en Los Olivos (el restaurante de nuestro amigo Jose, en La Línea) y siempre que puede la pide de postre. Como nos pilla un poco lejos, un día decidí buscar en internet alguna receta y darle una sorpresa. Tras mucho buscar en la red, me decanté por la receta de uno de mis blogs favoritos: Pasen y Degusten, y os garantizo que es un éxito asegurado. Yo he cambiado un poco las proporciones de la cobertura, pero por lo demás, soy bastante fiel a la receta de Mª José. 




Ingredientes:
  • Para la tarta:
    • 200 gr zanahoria rallada
    • 175 gr azúcar moreno
    • 175 gr aceite girasol
    • 175 gr harina
    • 1 sobre levadura
    • 3 huevos L
    • 75 gr nueces
    • La ralladura de una naranja
    • 1 cucharadita de canela molida
    • 1/2 cucharadita de nuez moscada

  • Para la cobertura:
    • 250 gr de queso de untar
    • 150 gr de azúcar glass
    • 400 gr de nata de montar







Elaboración:
  • Precalentamos el horno a 180 grados y engrasamos los moldes con mantequilla y un poco de harina. Yo he utilizado 3 moldes desmontables de 15 cms de diámetro, pero podéis usar un único molde y luego partir el bizcocho por la mitad para rellenar, o simplemente cubrir el bizcocho por arriba (en ese caso, utilizad la mitad de las cantidades de la cobertura)
  • Batimos el azúcar con el aceite. Una vez batidos, añadimos los huevos de uno en uno para que se integren bien. Y seguimos batiendo. Aunque veáis que yo he usado mi robot para hacer el bizcocho, no es imprescindible. Podéis hacerlo perfectamente a mano.
  • En otro recipiente, tamizamos la harina, la levadura, la canela y la nuez moscada. Tamizar consiste en pasar los ingredientes secos por un colador (esto se hace entre otras cosas para evitar que se formen grumos).
  • Añadimos la mezcla sólida a la líquida y volvemos a batir hasta que esté bien mezclado.
  • Incorporamos la zanahoria rallada y la piel de la naranja (al rallar la naranja, debéis evitar llegar a la parte blanca de la fruta para que no amargue). Mezclamos con una espátula.
  • Añadimos las nueces troceadas y volvemos a mezclar hasta que estén integrados bien todos los ingredientes.

  • Repartimos la masa en nuestros moldes y metemos al horno 30 minutos si vuestros moldes son de 15 cms. Si utilizáis un único molde, deberéis hornearlo entre 40 y 45 minutos. Lo mejor es que una vez pasada la primera media hora, vayáis comprobando la cocción del bizcocho.
  • Sacamos del horno y dejamos enfriar antes de desmoldarlo si no queremos destrozarlo. 
  • Para preparar la cobertura, empezamos montando la nata. Para que monte bien, importante que la nata tenga un 35% de materia grasa o más y que esté fría. 
  • Por otro lado, mezclamos el queso con el azúcar glass. Añadimos a la nata montada y mezclamos con una espátula.

  • Para montar nuestra tarta, lo primero es crear una base del tamaño de la tarta. Para ello, recortamos nuestro círculo en un cartón, lo cubrimos con papel aluminio y listo. 
  • Ponemos un poquitín de crema sobre la base y ponemos el primer bizcocho. 


  • Con una manga pastelera, echamos crema sobre el bizcocho y extendemos con una espátula. Ponemos otro bizcocho, presionamos un poquito y hacemos lo mismo.

  • Para hacer la parte externa, lo primero es echar una capa finita sobre toda la tarta y refrigerar unos 15 minutos. Esta capa hará de "sujetamigas"y facilitará el trabajo a la hora de hacer nuestra decoración de la tarta. 
  • En este caso, la he decorado en plan más rústico, simplemente haciendo como piquitos con la espátula, pero podéis decorarla cómo más os guste. 

  • Podéis hacer la tarta de un día para otro, pero al llevar queso, hay que conservarla en la nevera. Habitualmente, yo hago los bizcochos los días antes, y la crema el mismo día que la vayamos a comer.

Al principio, yo hacía la mitad de cobertura, pero como mi marido es un ansia y siempre le parece poco, decidí hacer el doble y es cierto que le da un toque buenísimo a la tarta. También podéis añadir un poco de vainilla si os apetece e incluso echarle pasas. Pero para mí, esta versión es perfecta tal y como os la presento. 



A continuación os dejo un vídeo para que veáis el paso a paso del bizcocho. En breve, tendréis también el frosting y el montaje de la tarta.




¡Hasta pronto!
Rachel 

martes, 2 de diciembre de 2014

Cocido

Cuando era niña, el viernes era mis día favorito. No solo porque empezaba el fin de semana, sino porque al salir del cole, ponía rumbo a casa de mi abuela Pura. Desde que entraba en el portal, el olor a cocido inundaba las escaleras y subía lo más rápido que podía. Le daba un beso a mis abuelos y me sentaba en la mesa a esperar ese plato de garbanzos que tanto me apasionaba. Mi abuela era una magnífica cocinera, y puesto que era una mujer de costumbres, los viernes, excepto en época de vigilia, siempre hacía cocido.



Ingredientes (6 personas):

  • 1/2 kilo de garbanzos
  • 1 pechuga de pollo entera
  • 1 trozo de ternera
  • 1 hueso de jamón
  • 1 trozo de tocino fresco
  • 1 trozo de tocino añejo
  • 1 patata
  • 1 zanahoria
  • 1 pimiento verde
  • 1 tomate
  • Chorizo
  • Morcilla
Elaboración:
  • La noche anterior ponemos los garbanzos en remojo con agua caliente y un poco de sal.
  • Tiramos el agua de la noche anterior y en una olla express ponemos primero los garbanzos y luego el resto de ingredientes (a excepción del tomate y el pimiento) y cubrimos con agua fría.
  • Lo llevamos al fuego y cuando empiece a hervir, veremos que sale una espuma en el agua. Lo que tendremos que hacer es ir quitando esa espuma.
  • A continuación cerramos la olla y una vez que la pesa da vueltas o que empieza salir el vapor (en función de la olla que tengáis), bajamos el fuego y lo dejamos entre 50 y 60 minutos. En mi caso, la olla es rápida, por lo que con ese tiempo tengo suficiente. Si tenéis una olla de las de toda la vida, a lo mejor tendréis que dejarlo unos minutos más y si tenéis una olla de las súper rápidas, el tiempo será menos. Por eso es importante que conozcáis vuestro menaje de cocina y los tiempos de cocción.
  • Cuando termine de salir el vapor, abriremos la olla y sacaremos la carne, la patata y las zanahorias a una fuente. 

  • A los garbanzos les vamos a añadir agua y sal y ponemos de nuevo al fuego a cocer.
  • Añadimos 1 tomate entero y 1 pimiento verde y cuando arranque a hervir, sacaremos caldo para la sopa. A mí me gusta pasarlo por un colador para quedarme con el caldo exclusivamente.
  • Dejo también algo de caldito a los garbanzos, porque nosotros no tenemos costumbre de comerlos secos (como en Madrid).
  • Por otro lado, coceremos el chorizo y la morcilla unos 15 minutos a fuego mínimo.

  • Para servir el cocido, tendremos varias opciones. Podemos servir a cada uno los garbanzos en un plato y poner la fuente con la carne y las verduras por otro lado para que cada uno se sirva lo que quiera. O bien, mezclarlo todo en la olla antes de servir (desmenuzar la carne, trocear las patatas, etc). O incluso habrá quien se coma de primero un caldito. Nosotros, el caldo, lo guardamos y otro día haremos una sopa con fideos o arroz. 

Con la carne que sobra, me encanta preparar unas croquetas, de las que prontito os pondré también la receta. Y es que el cocido es uno de esos platos que ofrece otras recetas de aprovechamiento que están también riquísimas!!



¡Hasta pronto!
Rachel