Que el pollo me encanta en todas sus versiones no es ningún secreto. Bueno, en casi todas, porque comérmelo a la plancha sin más... como que no!!! Digamos que le he cogido un poco de manía a su versión más light por culpa de las dietas.
Esta forma de prepararlo que os traigo hoy, se lleva haciendo en mi casa toda la vida y no solo hacemos alitas, sino también muslos de pollo e incluso pechuga (que aunque es la parte más seca, a mí me encanta).
Sin más, os dejo esta receta para chuparse los dedos!!!!!
Ingredientes (4 personas):
- 1 kg de alitas de pollo
- 3 limones
- Sal
- Pimienta negra
- Harina
- Aceite de oliva virgen extra
Elaboración:
- Salpimentamos las alitas de pollo y las ponemos en un tupper o bol.
- Exprimimos el zumo de los limones y regamos las alitas con él. Lo ideal es que todas las alitas queden cubiertas para que se impregnen bien del sabor.
- Dejamos reposar varias horas en la nevera. Yo lo suelo hacer el día antes porque me encanta que coja bien el sabor del limón.
- Al día siguiente, ponemos a calentar una sartén con abundante aceite. Pasamos las alitas por harina y freímos.
- Al principio, hay que freírlas a fuego fuerte para que se doren bien, pero antes de sacarlas bajamos un poco el fuego para que se hagan por dentro y no queden crudas.
- Escurrimos las alitas en papel absorbente y ya están listas para comer.
- Podéis acompañarlas con patatas fritas o con una buena ensalada.
También podéis ponerlas antes de comer como aperitivo. Os aseguro que están muy sabrosas y no os defraudarán.
Hasta pronto!!
Rachel
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