martes, 25 de marzo de 2014

Huevos rellenos

En mi tierra, Extremadura, es típico comer huevos rellenos en Semana Santa. Para nosotros es una época de salir al campo con la familia y que cada uno lleve algo para compartir. Me encantan esos días en los que nos reunimos para pasar un día agradable de risas e historias, o bien disfrutando de un sol increíble, o alrededor de la chimenea, si es que el tiempo no acompaña. Sea como sea, son días con un gran encanto. 
Cuando me levanto y veo a mi padre cociendo huevos como para un regimiento, me emociono y todo... y es que están increíbles!! Además, él siempre le pone mucho cariño a la cocina y aunque se trata de un plato entretenido, merece la pena, os lo aseguro.
El otro día, aprovechando que nos íbamos de casa rural con unos amigos, me pareció un buen momento para preparar y publicar esta receta. Y me puse manos a la obra. Espero que os guste.



Ingredientes:

  • 1 docena de huevos (mejor un tamaño grande)
  • 1 brick de tomate frito
  • 150 gramos de pechuga de pavo cocida
  • 4 latas de atún
  • Harina, huevo y aceite de oliva virgen extra



Elaboración:
  • Primero se cuecen los huevos. Yo los pongo en una cacerola con el agua fría, y cuando empieza a hervir los dejo 10 minutos.
  • Cuando los huevos están fríos, los pelamos y los cortamos a la larga.
  • Quitamos la yema y la desmenuzamos en un bol.
  • Con un cuchillo, hacemos el hueco de la yema un poco más grande, quitando un poquito de clara.
  • En el bol donde está la yema, añadimos el atún, el pavo cocido y el tomate frito y mezclamos todo bien.

  • Rellenamos los huevos con esa mezcla.
  • A continuación, los pasamos por harina primero y por huevo batido después y los freímos en abundante aceite de oliva durante poco tiempo, lo justo para que estén doraditos.

  • Y vamos a disfrutar de un buen día de campo y de esta delicia!!!!

Los huevos rellenos se comen fríos (o por lo menos así es como más me gustan a mí). Yo os aconsejo hacerlos el día antes y guardarlos en un tupper en el frigorífico.
Cuando los saqué el otro día, estaban muy fríos (el frigo de la casa rural era muy potente), por lo que los pusimos un ratito cerca de la barbacoa para que cogieran temperatura ambiente, jeje!!!!


Si os sobra mezcla, no se os ocurra tirarla, pues se pueden hacer muchas cosas con ella. Podéis hacer croquetas con la masa, simplemente pasándola por harina y friéndolas. O podéis hacer empanadillas y hornearlas (esto fue lo que yo hice porque me sobró la mitad de la masa. Yo en ingredientes os he puesto un poquito menos de cantidades, pero es posible que también os sobre algo...). Mirad qué pinta tenían las empanadillas...


Bueno, pues espero que os haya gustado la receta de hoy. Y ya sabéis que podéis dejar un comentario contándome qué os ha parecido o si tenéis alguna duda.

Hasta pronto!!

Rachel

lunes, 17 de marzo de 2014

Judías blancas con salchichas

Cuando era pequeña, un día decidí que no me gustaban las judías blancas. Cada vez que mi madre las ponía eran un suplicio para mí... por ese motivo, se las ideó para buscar una nueva receta. No sé cómo, pero dio con estas judías a la catalana (así las llamábamos nosotros) y desde entonces, se convirtió en un clásico en mi casa. 


Para mí es un plato ideal para hacer esos días que no tengo mucho tiempo para cocinar, así que allá vamos.

Ingredientes para 2 personas:

  • 1 bote de judías blancas cocidas
  • 10 salchichas de carnicerías
  • Alioli
  • Perejil






Elaboración:
  • Troceamos las salchichas y las doramos en una sartén con una pizca de aceite (no es necesario echar mucho aceite, porque las salchichas sueltan mucha grasa)
  • Mientras se van cocinando las salchichas, ponemos las alubias en un colador con agua y las escurrimos bien.
  • Cuando las salchichas ya están listas, añadimos las judías y removemos bien, para que se mezclen. (Antes de hacer esto, si vemos que han soltado mucho aceite, yo tiro un poco)
  • Por último espolvoreamos con perejil.

  • Y servimos acompañado de alioli (si lo hacéis casero mucho mejor)

Como podéis apreciar, es una receta (si es que se le puede llamar así) muy sencilla y que está muy bien para cuando no dispongamos de mucho tiempo para cocinar. En mi casa, cuando yo era pequeña, además, de las salchichas llevaban panceta y el alioli siempre era casero. 

Espero que os guste.

Hasta pronto!!

Rachel

miércoles, 12 de marzo de 2014

Albóndigas con caldo

Cuando era pequeña mi madre nos preguntaba: "¿cómo queréis las albóndigas: con caldo o con tomate frito?" La verdad es que como cualquier niño, nosotras siempre "con tomate"; sin embargo, con el paso de los años, hemos cambiado nuestros gustos y hablo por mis hermanas cuando digo que se han convertido en nuestras favoritas. Están de escándalo y ya veréis qué sencillas de preparar. Allá vamos!!!!


Ingredientes para 4 personas:

  • Para las albóndigas:
    • 400 gramos de carne picada mixta (cerdo-ternera)
    • 2 huevos
    • 2 o 3 ajos machacados o ajo en polvo
    • Pimienta negra
    • Sal
    • Perejil
    • Leche
    • Pan rallado
  • Harina y aceite para freír
  • Para el caldo:
    • 1 trozo de cebolla
    • Harina
    • 1 pastilla y media de caldo
    • Condimento amarillo (colorante alimentario)
    • Vinagre



Elaboración:
  • Albóndigas:
    • En un bol mezclamos la carne picada y los huevos. Condimentamos la mezcla a nuestro gusto (es decir, añadimos sal, pimienta y perejil) y ponemos los ajos (bien machacados o en polvo)
    • Añadimos la leche (yo le pongo aproximadamente 1 vaso de leche).
    • Y por último se añade el pan rallado hasta que quede una masa más o menos consistente con la que poder trabajar. Esto siempre lo hago a ojo, pero hoy lo he calculado para poder contaros cuánto pan rallado echaba y aproximadamente es 1/2 vaso. Si nos pasamos con el pan rallado, se puede volver añadir un poquito de leche. Lo ideal es que vosotros mismos comprobéis cómo os va quedando la masa.                
    • Ahora, daremos forma a las albóndigas (yo me ayudo con una cuchara sopera). Las pasamos por harina y las freímos a fuego medio/alto en abundante aceite de oliva virgen extra. Lo importante es que queden doraditas por fuera porque luego terminarán de hacerse con nuestro caldo.
    • Las sacamos a un plato con papel de cocina para quitarle el exceso de grasa.
  • Caldo:
    • En una cazuela ponemos un poquito de aceite y pochamos la cebolla picadita.
    • Cuando esté transparente, quitamos la cazuela del fuego y le añadimos 1 cuchara sopera de harina. Removemos bien.
    • Volvemos a poner al fuego y seguimos removiendo para que la harina se cocine. 
    • Añadimos agua (más o menos la mitad de la cazuela).
    • Echamos la pastilla y media de caldo (podéis sustituirla por sal al gusto) y un poquito de colorante alimentario (si no os gusta, lo podéis suprimir)
    • Lo dejamos a fuego fuerte y cuando empiece a hervir, añadimos unas gotitas de vinagre (si empieza a subir para arriba, lo apartamos del fuego un momentito)
    • Y cuando empiece a hervir otra vez, añadimos las albóndigas y las dejamos unos 25 minutos a fuego medio.

Para finalizar nuestro exquisito plato, podéis acompañarlo de unas patatas fritas. Ya me contaréis qué tal os han salido! 


Hasta pronto!!

Rachel

domingo, 9 de marzo de 2014

Moussaka

Esta receta se la dedico a mi hermana Sara... simplemente le apasiona! Es uno de los platos que aprendí gracias a mi libro de boda. En este caso, fue mi amiga Sonia la que me dejó su moussaka, aunque es posible que ella misma no la reconozca, puesto que al final la he llevado a mi terreno y la hago como a mí me parece. 



Existen muchas versiones de la moussaka, aunque la más conocida es la griega. Ésta se prepara con carne de cordero y en alguna de sus variaciones puede llevar patata o calabacín, pero yo os dejo mi propia interpretación de una plato que hará que os chupéis los dedos!!

Ingredientes (4 personas):
  • 400 gr de carne picada mixta (ternera y cerdo)
  • 1 berenjena
  • 1 cebolla
  • 1 bote pequeño de tomate triturado
  • 1/2 vaso de vino blanco
  • Sal
  • Pimienta negra
  • Orégano
  • Canela
  • 1 cucharadita de azúcar
  • 1 trocito de queso semicurado
  • Pan rallado (opcional)
Para la bechamel:
  • 80 gr mantequilla
  • 80 gr harina
  • Leche (un poco menos de 1 litro)
  • Sal, pimienta negra y nuez moscada (al gusto)

Elaboración:
  • Cortamos la cebolla en trozos pequeños y la ponemos a pochar en una sartén con aceite. Añadimos sal a la cebolla para que sude y se haga bien.
  • Mientras la cebolla se cocina, cortamos la berenjena en rodajas y la ponemos en un recipiente con sal durante 15 minutos aproximadamente (esto lo hacemos para que la berenjena pierda ese punto ácido que la caracteriza).
  • Cuando la cebolla esté transparente, añadimos la carne picada y rehogamos bien. Añadimos las especias: sal, pimienta, orégano y canela. La cantidad de las mismas es al gusto, pero lo que le da el toque tan rico a este plato, es que la carne esté bien especiada. (Yo tengo la suerte de que mi hermana me trajo desde Grecia un preparado de especias para Moussaka y le da un sabor buenísimo).
  • Una vez que tenemos la carne bien hecha, añadimos el vino blanco y lo dejamos unos minutos a fuego fuerte para que se evapore el alcohol.
  • A continuación, añadimos el tomate triturado y una cucharadita de azúcar para quitar la acidez y dejamos cocinar a fuego medio-bajo unos 15-20 minutos aproximadamente (removed de vez en cuando para que no se pegue)


  • Mientras, lavamos bien las berenjenas y las hacemos a la plancha.
  • En una fuente de horno colocamos una capa de berenjenas, encima una de carne, otra de berenjenas, otra de carne y berenjenas para terminar. Cubriríamos la última capa de berenjenas con una bechamel. 


  • La bechamel ha sido siempre mi peor pesadilla... he probado mil maneras y consejos, pero al final, después de mucho probar, me sale perfecta, sin grumos, y he de decir que no hago nada especial. Os cuento como la preparo yo.
  • Derretimos la mantequilla en una cazuela y cuando esté derretida añadimos la harina (siempre uso la misma cantidad de mantequilla que de harina). Importante: cocinar bien la harina para que la bechamel no sepa a harina cruda. Yo remuevo bien con las varillas para que la harina y la mantequilla se integren bien. De hecho, ya no paro de hacer movimientos circulares con las varillas. (Creo que esto es lo que hace que no me salgan grumos). Y, sin dejar de remover, vamos añadiendo la leche progresivamente hasta que tenemos nuestra bechamel con la textura que queremos. Antes de retirar del fuego, añadimos sal, pimienta y nuez moscada al gusto.
  • Una vez que tenemos nuestra moussaka cubierta con su bechamel, añadiríamos el queso. Como a mí no me gusta el queso, solo lo añado a la mitad y a la otra mitad le pongo un poquito de pan rallado.
  • Por último, espolvoreamos con orégano y gratinamos en el horno hasta que el queso se derrita.



Y a comer!! Buen provecho! 


No dejéis de hacerla... como la probéis una vez, no podréis parar, jeje!!! Ya me contaréis que tal!
Y si os sobra, es un plato ideal para llevaros el tupper a la oficina!!

Hasta pronto!

Rachel

miércoles, 5 de marzo de 2014

Trufas de "Mamá Pili"

Qué decir de mis años en el Colegio Mayor... Inolvidables. Se trata de una etapa de mi vida maravillosa. Al final, la gente que conoces allí, se convierte en parte de tu familia, para lo bueno y para lo malo... Tengo anécdotas de todo tipo y ¡qué recuerdos...! pero si pienso en momentos dulces, lo primero que me viene a la mente, son estas trufas de la mamá de Anita. Cada vez que venía a ver su hija, nos traía un tupper lleno de trufas!! Qué delicia!!!!! Nosotras, ansiosas, esperábamos que se fueran sus padres, para ir corriendo a probarlas!


Pues bien, el día de mi boda, mis amigas me hicieron un regalo precioso. Se trata de un recetario donde los invitados escribieron una receta. Y tuve la gran suerte de que Ana me dejara la receta de estas deliciosas bolitas de chocolate. Y hoy, podéis sentiros afortunados, porque he decidido compartirla con vosotros.

Ingredientes:
  • 300 gramos de chocolate (yo utilizo nestlé postres)
  • 300 gramos de chocolate blanco
  • 100 gramos de mantequilla
  • 1 bote pequeño de leche condensada
  • 1 chorrito de brandy
  • Fideos de chocolate




Elaboración:
  • Derretimos el chocolate blanco y el negro en un cazo al baño maría (para los que no lo sepáis, calentar al baño maría consiste en aplicar calor de manera indirecta. Y ¿cómo hacemos esto? Simplemente introducimos un cazo pequeño en otro mayor lleno de agua y lo llevamos al fuego. El cazo pequeño tiene que estar en contacto con el agua hirviendo, pero no es necesario que lo cubra entero).
  • Cuando el chocolate está derretido, añadimos la mantequilla y la leche condensada y removemos todo junto hasta que esté bien mezclado.
  • Añadimos un chorrito de brandy y quitamos del fuego. 
  • La masa de chocolate obtenida la pasamos a una fuente y la metemos en el frigorífico durante 6 u 8 horas (yo lo suelo hacer el día antes)
  • Transcurrido este tiempo, sacamos el recipiente de la nevera. Es importante que lo dejemos un rato para que se ponga a temperatura ambiente y sea más fácil trabajar nuestra masa.
  • Y ahora sí, daremos forma a nuestras bolitas de chocolate, ayudándonos de una cuchara sopera.

  • Por último, rebozaremos las trufas en un cuenco con fideos de chocolate. 

Las puedes conservar en el frigorífico (duran bastante, por lo menos una semana, que es lo que tardamos en comerlas en casa) y cuando te quieras comer una, la sacas un ratito antes para que esté más blandita... ummm, es un manjar!!! Os lo aseguro...


Si tenéis alguna duda o queréis preguntarme algo, dejad un comentario.

Hasta pronto!

Rachel

domingo, 2 de marzo de 2014

Merluza al horno con patatas

Como podréis imaginar, en mi casa suelo cocinar yo (prácticamente porque me encanta); sin embargo, Antonio (es decir, mi marido), sabe hacer algunas cosillas y precisamente fue él quien me hizo este plato la primera vez. Y qué decir!! Está buenísimo!!! Y además, es muy sencillo... Hoy lo hemos hecho con merluza, pero podéis hacerlo con cualquier pescado blanco que os guste.



Ingredientes:

  • 2 filetes de merluza
  • 2 patatas
  • 1 cebolla
  • 2 tomates
  • Pimienta blanca
  • Sal y aceite de olive virgen extra





Elaboración:

  • Empezamos pelando las patatas y cortándolas en rodajas.
  • Picamos también la cebolla.
  • En una sartén con abundante aceite, freiremos las patatas y las cebollas. Yo empiezo a fuego fuerte y luego lo pongo a fuego medio (no lo pongo muy bajo, porque no quiero que me queden muy blandas). 
  • Cuando las patatas están fritas, las pasamos a una fuente de horno. Disponemos encima los filetes de pescado ya salpimentados y colocamos también el tomate pelado y en rodajas. (Yo lo coloco entre los huecos del pescado)
  • Precalentamos el horno a 180º 
  • Cuando el horno está caliente, introducimos la fuente aproximadamente 15 minutos (calor arriba y abajo). Como siempre os digo, el tiempo que dejaremos nuestro pescado en el horno dependerá del grosor del mismo. Si los filetes son finitos, probablemente lo tendremos listo en 10 minutos. Yo os recomiendo, que comprobéis que está bien hecho antes de sacarlo.

Si le tenéis miedo al horno, os animo a que preparéis esta receta, que es muy sencilla y muy sabrosa!! 


Hasta pronto!

Rachel